París es la ciudad más turística del mundo. Cada año, hordas de norteamericanos invaden París en masas solo comparables a las japonesas. Los norteamericanos, lo primero que visitan es el Louvre, donde por cierto no hay una sola obra de un artista yankee. En cuanto a los nipones muchos de ellos se agobian y algunos enferman al ver que París no responde exactamente a la visión idealizada que tenían. Es algo parecido al síndrome de Stendhal, pero al revés.