Mar
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Azotar a los poetas.
Ahora aceptamos fácilmente el valor de los poetas como inspiradores de tendencias, motores de revoluciones y arquitectos de los grandes espacios ideológicos de la realidad en la que vivimos: legisladores del mundo, en palabras de Shelley. Pero esto no fue siempre así. Platón decía que a los poetas había que expulsarlos de la República cuanto antes. Y un poco antes que él, Heráclito, insistía en que a los poetas eminentes como Homero o Arquíloco, habría que azotarlos sin más. Solo por eso, por ser poetas. Los tiempos adelantan que es una barbaridad…
