Joludi Blog

Sep 20
El secreto.
El secreto para valorar la calidad de un restaurante italiano antes de pedir la carta, es comprobar primero si tiene a la vista una buena máquina de lonchear, para preparar adecuadamente el carpaccio, la bresaola, etc… Si no la tiene, es...

El secreto.

El secreto para valorar la calidad de un restaurante italiano antes de pedir la carta, es comprobar primero si tiene a la vista una buena máquina de lonchear, para preparar adecuadamente el carpaccio, la bresaola, etc… Si no la tiene, es mejor salir corriendo. Un restaurante italiano en el que no se valore la calidad de un buen loncheado, capaz de hacer que la oxigenación acelerada inherente a un corte muy fino convierta una simple bresaola bien cortada y aderezada con limón y especias en una delicia casi equivalente a un sublime ibérico, es un restaurante italiano que no merece ni nuestra presencia ni el calificativo de italiano.
En cambio, si el restaurante tiene a la vista una correcta máquina profesional de cortar embutidos, ya hemos dado el primer paso en la dirección correcta. Ahora es preciso tomar una medida visual del tamaño de la cuchilla. Una cuchilla inferior a unos 350 milímetros significa un precio por debajo de 2.000 euros. Si el restaurante no considera importante una inversión mayor para disfrutar de la calidad de un fiambre bien cortado, debemos sentarnos a comer, pero preparándonos para cualquier sorpresa o inconveniente. Es nuestra estricta responsabilidad. En estos casos, de todos modos, convendría hacer un último chequeo, consistente en acudir al cuarto de baño. Unos aseos limpios, decorados con buen gusto y provistos de todo lo necesario, dicen mucho de la calidad de cualquier cocina.  Casi tanto como el diámetro de la cuchilla de la máquina de lonchear.