Simplex Sigillum Veritas.
El lema de la Universidad de Oxford nos dice que “la sencillez es el sello de la verdad”. (es encomiable que un centro de la más alta sabiduría “venda” sencillez, en lugar de lo contrario, tal como hacen los falsos sabios, quizá por eso Oxford es Oxford)
Aunque este lema tan majo es una frase acuñada hace más de mil años, tiene una gran vigencia. Especialmente si sustituimos el termino “verdad” por el de creatividad. Las buenas ideas son ideas simples, en general.
Un ejemplo es Wordia, una web dedicada a explicar el significado de las palabras mediante vídeos grabados por los usuarios. Es una especie de subconjunto de You Tube orientado exclusivamente al ámbito lexicográfico.
Es una idea mucho más poderosa de lo que parece. En estos momentos ya hay muchos miles de palabras en la web que se definen conforme a una simpático clip que el usuario ha grabado.
Para muchas personas, esta forma de acceder a los significados de las palabras, será sumamente atractiva. Mucho más amena que hojear un voluminoso diccionario. Y si son personas que están aprendiendo idiomas, las ventajas son enormes: vitalización, acceso al uso real y práctico de la lengua, memorabilidad…
Crear este peculiar diccionario visual no es tan difícil como parece. Lo hacen los propios usuarios, a quienes les divierte contribuir grabando sus clips. Un comité de redacción revisa cada clip antes de publicarlo y garantiza unos niveles mínimos de calidad.
Yo creo que el Instituto Cervantes debería hacer algo parecido cuanto antes y promover un videodiccionario en castellano, con este mismo enfoque “ugc”, es decir, de contenido generado por los usuarios. Me imagino también esta solución en los teléfonos móviles y creo que sería sumamente interesante. Sin duda alguien se moverá en esta dirección. Porque la idea es poderosa y, sobre todo, simple.