Bien claro me dejó el manco inmortal, el plan para que yo me decidiera a componer este humilde blog…Cosa distinta es que yo lo vaya logrando. Me dijo el manco que debía hacer algo para que el melancólico se moviera a risa, el risueño la acrecentase, el simple no se enfadase, el discreto se admirase de la invención, el grave no la despreciase, y el prudente no dejase de alabarla… Y todo ello, a ser posible, sin mendigar sentencias de filósofos, ni consejos de la Divina Escritura, ni fábulas de los poetas, ni oraciones de retóricos, ni milagros de santos…Sino más bien, a ser posible, usando sencillos vocablos, y significantes, muy honestos y bien colocados. Dando a entender siempre los conceptos sin intrincarlos ni oscurecerlos un solo punto por el prurito tonto de darme importancia.