Joludi Blog

Nov 8
Berlusca.
Es difícil encontrar una palabra italiana que no tenga algún pariente en el castellano, si buscas bien. Por ejemplo, “cibo”, es “comida”. Y parece que no tiene nada que ver. Pero te pones a pensar y te sale “cebo”, “cebar”, “cebada” y...

Berlusca.

Es difícil encontrar una palabra italiana que no tenga algún pariente en el castellano, si buscas bien. Por ejemplo, “cibo”, es “comida”. Y parece que no tiene nada que ver. Pero te pones a pensar y te sale “cebo”, “cebar”, “cebada” y muchas más. Otro ejemplo es “besogna”, que parece no tener nada que ver con nuestra “necesidad”. Pero piensas un poco y llegas a “bisoño” que en castellano es el término que define a quien tiene todavía necesidades manifiestas de formación.
Y ¿“berlusco”? En italiano significa pérfido, malvado. Viene del latin “bis losco”, es decir, dos veces “losco”. Y losco es un adjetivo arcaico que designa a los que tienen la mirada-y el alma- torcida (luscus es tuerto en latín).
Pero por más que busco no encuentro un pariente de este “berlusco” en castellano. No tenemos nada. Tal vez “birlesco” que debe ser un italianismo de germanía que vale por ladrón o rufián, según la Real Academia.
Pienso en esto mientras me río leyendo el último “gaffe” de Berlusconi, cuando dice que Obama ha ganado “por ser joven, guapo y bien bronceado”.
A Berlusconi le llaman en Italia “berlusco”. El que mira mal. Poco de fiar. Bien visto.