Joludi Blog

Nov 16
El demiurgo loco y el reverso tenebroso de la Gnosis.
Kafka, nos cuenta Max Brod, (que le conoció bien) no creía en la Humanidad. Decía que los hombres quizá no seamos sino simples sarpullidos de la mente divina en sus momentos más negros. Se le...

El demiurgo loco y el reverso tenebroso de la Gnosis.

Kafka, nos cuenta Max Brod, (que le conoció bien) no creía en la Humanidad. Decía que  los hombres quizá no seamos sino simples sarpullidos de la mente divina en sus momentos más negros. Se le antojaba pensar que nuestra existencia es simplemente el resultado de los pensamientos suicidas que afloran en la mente de Dios. En este sentido, Kafka es algo así como un gnóstico rebelde, por concebir al hombre como emanación fallida de la mente de un demiurgo ya cansado y confuso (el dios poco honorable que obsesionaba al infeliz, nefasto, pero genial Cioran). Seríamos entonces, a los ojos de Kafka, algo así como restos de obra, meros escombros, de un Obrero que un día decidió dejar su tarea sin terminar, y marcharse.  Kafka se aventuró pues a vislumbrar una especie de “reverso tenebroso” de la gnosis.