Speed Dating.
Hay cada vez más gente aficionada a eso del Speed Dating. Me refiero a esos encuentros con entrevistas programadas, de corta duración, para solteros que no se conocen entre sí.
Esta nueva práctica, se presta mucho, por sus características a los estudios psicológicos en torno al fascinante campo de las relaciones personales y las claves que hacen que unas personas tengan atractivo y otras no.
Realmente surge cada día un nuevo estudio psicológicos elaborado a partir del estudio de esta forma “mecanizada” de ligar.
Uno de los últimos hallazgos debería crear cierta preocupación entre los que participan en estos sistemas de relaciones personales. Parece que cuando la abundancia de “posibles partners” es muy grande, como de hecho ocurre en el speed dating, los participantes no tienen tiempo de fijarse en los valores humanos o intelectuales de cada persona. Simplemente se dejan guiar por el primer golpe de vista, y toman decisiones basadas en el aspecto exterior.
Así que la mayoría de los que participan en estos eventos de encuentros masivos, estilo industrial, acaban frustrados. Solo los más guapos o más guapas consiguen tener éxito ahí. Los demás, los que tienen sus valores y bellezas en el interior del alma, acaban mas bien decepcionados. Por mucha labia o imaginación que tengan. Por muy grandes que sean sus virtudes personales.