Joludi Blog

Nov 20
La extraña coincidencia de existir.
Este número gigante (un uno seguido de 122 ceros) va a dar que hablar. Resulta que está apareciendo de una manera muy poco tranquilizadora en un gran número de ecuaciones y fórmulas cosmológicas. Por ejemplo, la...

La extraña coincidencia de existir.

Este número gigante (un uno seguido de 122 ceros) va a dar que hablar. Resulta que está apareciendo de una manera muy poco tranquilizadora en un gran número de ecuaciones y fórmulas cosmológicas. Por ejemplo, la relación entre la masa del universo observable y la masa del más pequeño volumen de materia imaginable de acuerdo con la mecánica cuántica es justamente 6,2 x 10 elevado a 121, o sea, casi, casi. Del mismo modo, el número de posiciones que puede ocupar una partícula en el volumen cósmico también resulta ser 2,2  x 10 elevado a 122. O sea, otra vez, casi, casi. El físico Scott Funker cree haber encontrado la clave de lo que parece una pura coincidencia. Ha creído ver una cierta unidad en las cosntantes de la física que definen cómo funciona el universo conocido:  la velocidad de la luz, la constante de Planck, la constante gravitacional, la constante cosmológica…Según dice Funker, metes todas esas constantes en la thermomix, por así decirlo, y te sale 10 elevado a 122. Da casi la risa. Porque si Funker resuelve así el misterio de que aparezca el número grandote por todas partes, lo que suscita su hallazgo es el misterio–de orden superior–de saber por qué diablos es justamente ese número y no otro el que aparece a partir de la combinación de las ecuaciones. Funker explica que la clave de todo es que el universo existe por una extrañísima coincidencia. Realmente es una casualidad inconcebible que todo esto que nos rodea hay encontrado la manera de abrirse camino en la realidad. Y esa coincidencia asombrosa está, mira por donde, relacionada con el famoso 10 elevado a la 122. Si hay algún número mágico por tanto, es éste. Aunque no te sirva para jugar a la lotería.