Joludi Blog

Mayo 26
És quan dormo que hi veig clar.
En un jardín del centro de Barcelona, donde se suelen realizar exposiciones e instalaciones al aire libre, me encontré con una especie de tumbona de aluminio, que invita al visitante a extenderse en ella y leer un...

És quan dormo que hi veig clar.

En un jardín del centro de Barcelona, donde se suelen realizar exposiciones e instalaciones al aire libre, me encontré con una especie de tumbona de aluminio, que invita al visitante a extenderse en ella y leer un poema. Me pareció una obra de arte estupenda. No resistí la tentación y me tumbé allí un rato, alcanzando en seguida un estado lúcido intermedio entre el sueño y la vigilia. Cinco deliciosos minutos de ensoñación en la mañana soleada de un domingo, con el regalo, al despertar, del texto de Josep Vicenç Foix que estaba impreso en el libro de metal:

Cuando duermo lo veo claro / loco de un dulce veneno / con perlas en cada mano / soy la fuente de un barranco / soy el cubil de una fiera / o la luna que se afina / al morir tras la ladera. / Cuando duermo lo veo claro, / loco de un dulce veneno…