Joludi Blog

Jun 22
Solsticio.
Ayer, en el almuerzo, un buen amigo, que además es un gran matemático, me sorprendió un poco, al indicarme que en su opinión, el día más largo del año (día entendido como tiempo de luz solar) no era ayer 21 de Junio, sino el 23 de Junio...

Solsticio.

Ayer, en el almuerzo, un buen amigo, que además es un gran matemático, me sorprendió un poco, al indicarme que en su opinión, el día más largo del año (día entendido como tiempo de luz solar) no era ayer 21 de Junio, sino el 23 de Junio próximo, festividad de San Juan. No es así, aunque entiendo la confusión al respecto. Y en cierto modo no me parece tampoco incorrecto del todo afirmar que el solsticio tiene lugar en San Juan.

El día más largo va variando de año en año, debido a los desajustes del calendario que utilizamos con respecto a los movimientos precisos de los astros. Unas veces el día solar más largo cae en el 20 de Junio y otras, más a menudo, en el 21. Esa fecha, en la que la que nuestro hemisferio se inclina de forma más intensa hacia el sol, marca el comienzo del verano, como sabemos. Y se suele decir que esa fecha es también el solsticio de verano. Pero esto último es, en cierto modo inexacto desde un punto de vista histórico.

Los antiguos se referían generalmente al solsticio como un período de varios días, no un día en particular. Habían notado que el movimiento aparente del sol (y consiguientemente la duración del día solar) va ralentizándose a medida que nos acercamos a la última decena de Junio. Por ejemplo, a mediados Febrero, de un día para otro, la duración del día de sol aumenta en unos 3 minutos. Sin embargo, a principios de Junio ya solo aumenta de un día para otro en 1 minuto. O incluso en menos. A mediados de Junio ya empieza a haber días en los que el aumento de luz solar solo puede medirse en segundos. Y de hecho, este año, desde el día 16 de Junio hasta el próximo domingo, la duración solar es casi inmutable, 15 horas y 3 minutos, variando tan solo en segundos.

Los antiguos, como es lógico, ya conocían este curioso fenómeno. Y se dieron cuenta de esta extraña “parada del sol”. Y la llamaron así, “solsticio”, que viene de “solis sistere”, la detención del sol. 

Por lo tanto, solsticio es más bien un conjunto de días en los que el sol parece no moverse de un día para otro. Y muy frecuentemente, el solsticio por antonomasia es el último de esos días, cuando el sol recobra el movimiento aparente, pero en sentido contrario. Un momento mágico que suele caer el 23 de Junio, día de San Juan.

Por lo tanto, no es totalmente inexacto decir que el solsticio de verano tiene lugar en San Juan. Y de hecho, en muchos años, es justo en San Juan cuando el sol reanuda su viaje estelar y cambia de dirección, lo que justifica las celebraciones solares.

Así que, independientemente de lo que nos diga la astronomía, está antropológicamente justificado que mañana por la noche celebremos toda clase de ritos de fertilidad y verbenas diversas. La vida siempre debe estar por encima de los números.