Joludi Blog

Ene 11
Shanti…
No hay nada que atraiga más la mala suerte que el apresuramiento. Nos pasamos la vida en medio de una prisa absurda. Corremos mucho y continuamente para no llegar nunca a ningún lugar. Esto lo ilustra bien la historia de aquel monje de un...

Shanti…

No hay nada que atraiga más la mala suerte que el apresuramiento. Nos pasamos la vida en medio de una prisa absurda. Corremos mucho y continuamente para no llegar nunca a ningún lugar. Esto lo ilustra bien la historia de aquel monje de un templo zen que apenas paraba un instante a lo largo del día. Para él, no había tiempo de descanso. Le obsesionaba rezar, leer, conocer, preguntar, moverse de un lado a otro…
–Por qué tienes tanta prisa todo el tiempo?– le preguntó el maestro.
–Persigo la iluminación– contestó el joven monje.
–Y cómo sabes–preguntó el maestro –que la iluminación corre delante de tí? Tal vez está corriendo detrás de tí. Quizá todo lo que tengas que hacer es pararte un poco para que te alcance…“Shanti”!, tranquilízate.