
Videomining.
El márketing, al igual que los criadores de ganado porcino, acaba sacando partido de todo. Las cámaras de videovigilancia instaladas en los hipermercados ya están comenzando a ser utilizadas para entender mejor las conductas de los compradores. Es toda una nueva disciplina denominada “videomining” y ya hay alguna empresa especializada en este tipo de estudios, no poco discutibles desde el punto de vista moral. Si al elegir el zumo de frutas, el comprador o compradora tarda más de 10 segundos en decidirse y además consulta mucho las etiquetas, hay mucho espacio para la persuasión publicitaria en esta categoría de producto y para las mejoras en el packaging. Conviene invertir en publicidad. Si no es así, procede invertir en merchandising y promociones.
El “videomining” realiza todo el proceso de análisis de comportamiento en punto de venta de forma totalmente automatizada. Convierte las imágenes en datos. Incluso utiliza software de reconocimiento de imágenes para discernir la edad y el sexo de los compradores.