
Dos terrores.
En el subconsciente colectivo de los italianos hay muchas más cosas en común con el de los españoles de las que pensamos. Y esas cosas comunes son las que quizá explican comportamientos y actitudes paralelas. Por ejemplo Italia también sufrió en el siglo XX un terror similar al que marcó profundamente a la generación de españoles que vivieron la guerra en el bando republicano. Cuando en 1943 los aliados invadieron la Italia dominada por los nazis, su punta de flecha fueron las fuerzas marroquíes y argelinas mandadas por los franceses. Sin esa temible infantería brutal y bien acostumbrada a los terrenos agrestes del centro de Italia, los aliados se hubieran atascado fatalmente en su avance.
El terror que crearon aquellos expedicionarios “liberadores” con sus salvajes saqueos y atropellos fue indescriptible, y comparable a lo que hicieron los regulares de Queipo en Sevilla, por ejemplo. Moravia escribió la sobrecogedora novela–La Ciociara–sobre ésto. Tan solo en una pequeña aldea cercana a Cassini se produjeron 700 violaciones como las que describe Moravia.
La aldea se llamaba Esperia, como España en la Antiguedad, aunque sin la h aspirada.