El dinero no da la felicidad. ¿Pero puede comprarla?.
Voy a dejar de leer revistas científicas y me voy a negar a dar crédito a todos esos sesudos estudios y sus pérfidas conclusiones. Sustituiré en lo sucesivo el Journal of the American Medical Association y cosas así por Interviu, FHM o El Mundo de los Astros. Qué se yo.
Lo digo porque se han publicado estos días los resultados de una importantísima investigación llevada a cabo por la Escuela de Economía de Paris y con la colaboración de una institución británica orientada al estudio estadístico, (British Household Panel Survey). Se trataba de un estudio orientado a aclarar de una vez por todas si el dinero da la felicidad o no. Nada menos.
Para obtener una pista sobre este tema tan peliagudo, la investigación ha analizado en detalle la vida de 8.000 personas que han ganado grandes premios en la lotería. Han seguido la evolución de sus vidas entre 1994 y 2005. Una barbaridad de estudio.
El resultado, ay, no es muy consolador. La investigación ha demostrado que cuánto mayor ha sido el premio recibido, más impacto positivo ha tenido la inyección financiera en el estado de bienestar subjetivo del ganador. Dicho en román paladino, parece que el dinero sí que ha hecho a esa gente más feliz. Demostrado.
Para colmo, otra magna investigación, que ha tenido mucho eco últimamente en The Times, ha revelado que la frecuencia de los orgasmos en las mujeres es directamente proporcional a los ingresos de sus parejas. ¡Lo que faltaba!. Y lo peor es que esta última investigación también se ha hecho “a lo bestia”, con más de 5.000 mujeres cuyas vidas sexuales han sido cuidadosamente analizadas por Thomas Pollet y otros psicólogos de la Universidad de Newcastle.
Lo dicho. A partir de ahora, no leo ni un estudio más. Y mi única compensación frente al desconsuelo producido por estas investigaciones que cito hoy, es que el primero de los estudios citados, el que habla de la lotería y todo eso, también ha probado que ganar un premio grande no garantiza en absoluto una mejora en la salud física del premiado.
Ya sería el colmo, que los ricos además se constipasen menos… Ni siquiera podríamos decir entonces. al comprobar que la suerte en el juego no nos es nada propicia, aquello tan socorrido de que lo importante es la salud…
