Joludi Blog

Feb 21
Titanics.
La Historia está llena de Titanics. Parece un capricho del destino que cuando el hombre ansía sobrepujarse a sí mismo con una creación desaforadamente grande, el castigo sobreviene en forma de hundimiento, derrumbe o catástrofe similar.
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Titanics.

La Historia está llena de Titanics. Parece un capricho del destino que cuando el hombre ansía sobrepujarse a sí mismo con una creación desaforadamente grande, el castigo sobreviene en forma de hundimiento, derrumbe o catástrofe similar.
Un ejemplo poco conocido es la catedral de Beauvais, en el norte de Francia. Sus constructores, en el siglo XIII, se empeñaron en que fuese la construcción más elevada del mundo. Había una verdadera competición por entonces en el sentido de ver quién llegaba más alto.
En 1284, el Obispo de Beauvais festejaba los 48 maravillosos metros de altura que había alcanzado su catedral, superando a Nôtre Dame. Record mundial.
Poco después se derrumbaba.
Hoy los arquitectos y los historiadores siguen estudiando las causas del desastre. Pero casi están seguros de que la tragediá un recorte económico que canceló la construcción de la prevista nave transversal.
Sin ella, el edificio era vulnerable incluso frente a un viento moderado. Es la historia de siempre.