En una chirigota de este último Carnaval de Cadiz, cantaban algo que me hizo sonreir. Era un sarcasmo lúcido, de esos que solo se saben decir los gaditanos: “seamos comprensivos con toda esta gente, decía la comparsa, lo que nos roban, nos lo roban con el sudor de la frente…”. Luego pasaban a un estribillo muy pegadizo: ponme la mano aquí, pónmela un poquito y en la otra mano, ponme el sobrecito…