Joludi Blog

Ago 10
Podiolu.
Leo en un periódico diversos detalles sobre el “caso Pujol”. El periodista señala la extrañeza general por el hecho de que el prohombre catalán haya abierto, sin previo aviso, y quizá sin necesidad, el cráter de un enorme volcán.
Yo estoy en...

Podiolu.

Leo en un periódico diversos detalles sobre el “caso Pujol”. El periodista señala la extrañeza general por el hecho de que el prohombre catalán haya abierto, sin previo aviso, y quizá sin necesidad, el cráter de un enorme volcán.

Yo estoy en desacuerdo. No en el tema de la erupción, sino en el calificativo de “enorme”.

Porque pujol es un diminutivo. Y es precisamente un diminutivo de volcán. O más bien de cerro volcánico, de esos a los que en catalán llaman “puig” y que no son sino caprichos orográficos, con forma de cono truncado o meseta, creados por la escoria acumulada de antiguos volcanes. Volcanes apagados como los que abundan por ejemplo en la zona de Olot, famosa tanto por sus chorizos y salchichones como por su subrepticia actividad tectónica. 

A los puig, los franceses llaman puy, como sabemos bien aquellos a los que nos gusta el ciclismo y tenemos en la memoria para siempre las hazañas de Merckx, Poulidor o Anquetil en el legendario Puy de Dôme. 

En ambos casos, puig y puy, al igual que en el castellano pueyo, el origen es el latín “podium”, que significa esencialmente balcón y que quizá proviene del griego pois, pie, tal vez porque un balcón es algo que se extiende hacia adelante como un pie o bien porque alguna forma de balcón o mirador parece estar sujeta por uno o varios pies (pensemos en nuestra palabra trípode). De podium es de dónde viene podiolu, la palabra del latín vulgar que da origen al catalán pujol.

O sea, que nada de gran volcán. Más bien volcán apagado, mesetilla, balconcito de nada, cono truncado, muntanyeta…insignificante montoncito de escoria, en suma. Al menos, filológicamente hablando.


  1. wfosbery ha reblogueado esto desde joludi
  2. joludi ha publicado esto