Se queja un lúcido psiquiatra, de los que se acaban de reunir en Madrid, de que la moderna psiquiatría está convirtiendo en trastornos psicológicos los problemas cotidianos de las personas. Debe ser cierto. Y me recuerda que los modernos políticos están haciendo justo lo contrario, a saber, convirtiendo en problemas cotidianos sus trastornos psicológicos…