Mar
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Las piezas y su movimiento.
Ayer escribí que tenemos cerebro solo por una razón específica: tenemos que movernos y mover cosas. Si alguien se ha quedado extrañado de esta afirmación, que medite sobre un hecho muy curioso: los ingenios mecánicos han conseguido superar al hombre en “pensamiento bruto”, valga el oximorón, pero no han logrado ni de lejos igualarle en su dominio manual. Un robot humanoide, por muy “inteligente” que sea, es tan torpe que apenas puede subir trabajosamente unas escaleras. Deep Blue puede machacar a Kasparov, pero no es capaz ni remotamente de mover las piezas con la elegancia con que lo hace un simple jugador de tercera.
