Gentes del Libro.
A lo largo de la Historia, tres religiones han creado enormes problemas a la Humanidad. Y las tres tienen algunos factores en común. Las tres son monoteistas. Las tres son excluyentes. Las tres tienen un Libro Sagrado.
Curiosamente, yo pienso que el Libro Sagrado es el más peligroso factor de los tres.
Porque en los tres casos, se trata de unos textos tan amplios y tan ambiguos, que los profesionales de la exégesis sagrada pueden extraer cualquier interpretación deseada.
Y entonces, esos Libros se convierten en implacables armas de manipulación o de conquista en manos de los poderosos que dominan a su antojo a los fanáticos.
Eso es justo lo que ha ocurrido a lo largo de los últimos 17 siglos.
En la Biblia podemos encontrar apoyo para cualquier idea. Y también en los Evangelios. O en el Corán. Todo lo bueno o lo malo que queramos encontrar está ahí. Depende de que fragmentos elijamos.
Consideremos el Corán, por ejemplo. Si se busca con cuidado, se pueden utilizar muchos de sus versículos para describir una religión completamente pacífica, tolerante y hasta racional (valga el oximorón). He aquí algunos ejemplos que pueden fácilmente comprobarse en cualquiera de las numerosas versiones on line del texto sagrado islámico.
“Si crees en ello, pruébalo” (2:111)
“Dales la libertad a los esclavos” (2:177)
“No emprendas guerras de agresión” (2:190)
“La religión no debe ser obligatoria” (2:256)
“Es bueno ayudar a los pobres y hacer la paz” (4:114)
“Es erróneo oprimir a los pueblos” (42:42)
“Que cada persona crea (o no crea) aquello que él o ella desee” (109:1)
Naturalmente, no es nada difícil encontrar en el mismo Libro Sagrado textos que sugieren algo bien diferente:
“Los no creyentes serán quemados en el fuego” (2:39)
“Mata a los no creyentes donde quiera que les encuentres” (2:191)
“No creas a nadie que no sea musulmán” (3:73)
“Aquellos que niegan las revelaciones de Mahoma son como perros” (7:176)
“Aquellos que se casan con infieles serán quemados en el fuego” (2:221)
“Se benévolo con tus esclavos” (4:36)
“Los cristianos y judíos son malditos de Alá” (4:52)
“Oponte y amonesta a los que rehusan seguir a Mahoma” (4:63)
Así están las cosas. Un “libro sagrado” puede ser interpretado de mil formas distintas. Todo depende de quien tenga el poder para hacerlo. Esa es la enseñanza de la Historia.