El infierno de los soldados americanos.
Ahora que se habla tanto del candidato McCain y sus cinco años y medio de cautiverio en Hanoi, es un buen momento para mencionar el infierno al que se está condenando a muchos soldados americanos en Irak.
Resulta que ahora los soldados USA llevan fabulosas protecciones a base de kevlar y otros materiales. Esto está permitiendo que la tasa de bajas fatales en relación a los casos de herida haya bajado de 1 a 10 en lugar de la tasa de 1 a 3 que se daba en Vietnam. Esto es, en Irak, sólo uno de cada diez soldados heridos fallece.
Pero ¿qué pasa con los otros 9? En la mayoría de los casos habrán sobrevivido tras haber sufrido, muy cerca, colosales explosiones. Y el resultado para sus cerebros y sus sistemas nerviosos parece que es catastrófico.
Cuando vuelven a casa, estos soldados están sufriendo toda clase de problemas psiquiátricos y se piensa que la mayoría de estas dolencias están relacionadas con las brutales vibraciones a las que han estado expuestas.
Son soldados acorazados. Pero las corazas que les salvan de la muerte, no les salvan de la locura. Toda una dramática metáfora del mundo que estamos creando.
Ojala McCain gane, si es que tiene que ganar otra vez un republicano. No puedo creer que alguien que ha sufrido cinco años y medio de brutales torturas no haga todo lo que esté en su mano para que la locura de Irak se detenga o se humanice.