Parece ser que ya bostezamos en el útero materno. Los fetos bostezan continuamente. Lo ha demostrado Nadja Reissland, del Departamento de Psicología de la Universidad de Durham, a partir de 58 ecografías en 3D.
Así pues, el tedio y el aburrimiento comienza casi en el momento de la concepción. Y tal vez el parto tenga alguna relación con ese tedio y ese aburrimiento.
Lo malo es que fuera del útero, como el bebé comprueba enseguida, sigue habiendo mucho tedio y aburrimiento. Y a lo mejor por eso seguimos bostezando sin parar hasta el fin de nuestros días…