Joludi Blog

Dic 30
San Agustín y las peras.
San Agustín nos cuenta que quedó traumatizado para toda su vida por haber robado unas peras en un huerto, junto a unos amigos, cuando era un niño. El sentimiento de culpa atroz, por tan horrendo crimen, le persigue al autor...

San Agustín y las peras.

San Agustín nos cuenta que quedó traumatizado para toda su vida por haber robado unas peras en un huerto, junto a unos amigos, cuando era un niño. El sentimiento de culpa atroz, por tan horrendo crimen, le persigue al autor de las Confesiones durante toda su vida.

Pero no son solo esas peras de la adolescencia. En el mismo capítulo, San Agustín señala que incluso él, como bebé, debió ser muy perverso. Pues los bebés, nos dice, son egoistas reclamando la leche del seno materno con llantos muy escandalosos, y son envidiosos cuando ven que otro bebé recibe el alimento antes que ellos.

Se avergüenza pues Agustín de lo “malvado” que debió ser él incluso recién salido del útero materno: “si desde entonces hay en mí maldad y en todo hombre, ¿cuándo o dónde fue el hombre inocente?”

Teniendo en cuenta que un tercio de lo que entendemos por cristianismo se lo debemos enteramente a San Agustín (el otro tercio a San Pablo), es fácil comprender el alcance y significado de la noción de culpabilidad en el pensar y sentir de los cristianos. 


  1. joludi ha publicado esto