Los hongos pueden salvar el mundo.
Ayer almorcé con unos buenos amigos, entre ellos David, un inglés de Yorkshire que resulta ser uno de los más destacados científicos del mundo en el campo de los hongos. Le pregunté a David si realmente se puede decir que él conoce todas las setas existentes. Me contestó que el Hombre sólo conoce en estos momento el 5% de todas las especies de setas, y que harían falta otros 800 años más para completar la tarea. Es decir, conocemos unas 15.000 variedades de hongos con setas y desconocemos unas 285.000. En cuanto a las variedades de hongos en general (con o sin setas), superan los 2 millones.
Parece ser que las setas, o más específicamente los hongos (la seta solo es la atractiva y visible estructura reproductiva que presentan algunas especies de hongos) están cada vez más de moda. Se dice que los hongos pueden ser clave para resolver muchos de los problemas ecológicos que se están planteando a la Humanidad. Por ejemplo, algunos hongos pueden romper los enlaces carbono-hidrógeno de los productos derivados del petroleo. Otros hongos pueden servir para limpiar el medio ambiente de dioxinas y plásticos.
Por lo que me cuenta David, el hongo es realmente el mejor amigo del hombre. Y esto me lo dice mientras bebemos un buen vino y tomamos un buen queso, lo que sería imposible sin el concurso de unos estupendos hongos que son los que han hecho el trabajo duro de la fermentación de ambas delicias. No se si los hongos pueden o no salvar la Tierra. Pero con lo que ya hacen con el vino y el queso, ya casi me conformo. En lo que a mí respecta, ya la han salvado, prácticamente.